Seguidores

martes, 21 de febrero de 2012

Hace cuatro días · Quinteto becqueriano (y reflexión)


Son dos ríos que se cruzan en el embalse. Nuestras dos almas.
Son dos pajarracos que pican amorosamente la ventana. Tú y yo.
¡Oh, como quisiera ser el dueño enfurecido de aquella casa
para darnos caza, amor mío!
Y en la apretujada celda, liberar nuestro eterno amor enjaulado.

-----------------
Aquí un tema universal y que muchos ávidos lectores reconocerán, vivirán y gozarán con ahínco, ímpetu, llamadlo como queráis: El amor romántico (aquel que se profesaba allá por el s. XIX, y también ahora), ese tema tan popular y exitoso.
¿Cuando más se hace rogar, más nos presta a recoger lo sembrado, aunque esté preñado de veneno o dulce?

Nota: Aunque el poema se trate de un quinteto no tengan en cuenta la métrica (me di cuenta que no concuerdan los versos según la rima, nada de A-B-A-A-B), pues resulta ser lo menos interesante.
----------------

Hace apenas cuatro días, se cumplieron ciento setenta y seis años del nacimiento del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer (17 de febrero de 1836 - Madrid, 22 de diciembre de 1870). En vida fue moderadamente conocido como periodista en La Capital, mientras que ya estrenado el vestido de madera, su renombre traspasó las eras del tiempo y la literatura. El poema adjunto pretende raspar un poco (¡Incluso poco es mucho!) del espíritu de Bécquer (un imposible), del cual me impregné de sus poesías, Rimas y Leyendas, hará cerca de cinco años. Siempre tendré, al igual que otros jóvenes poetas como un servidor, un grato recuerdo de cuando era un chiquillo de apenas trece o catorce años, y un muerto me llamó al oído y me acercó un regalo que me cambiaría la vida para siempre... Él es el único poeta que leí con repetitivo afán cuando, en mis quince años me interesé en la prosa, pues estaba desilusionado con mi poesía, porque nunca, en mi temprana actividad llegué a perfilar un estilo propio. ¿Fue un error o una sabia decisión? ¿Si te he visto no me acuerdo? ¡Nada más alejado! Solo sé que inmiscuirme más en prosa me acercaba aún más en el seno de la poesía. Y más temprano que tarde, mi estilo se gestó al inicio de mis diecisiete años, aunque suelo invitar otros fuegos...


Archivo:Gustavo Adolfo Bécquer.png
Monumento al poeta en el Parque María Luisa, en Sevilla.

Jordi: Perdone, maestro, por no honrarle antes...
Bécquer: Pierde cuidado, zagal.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por expresar tu opinión! Recuerda dar consejos constructivos
a todo herman@ poeta.