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domingo, 18 de marzo de 2012

Fernando Pessoa, Pessoa, Pessoa, Pessoa

Que Fernando Pessoa (Lisboa, 1888- Lisboa, 1935) fue, y es, un poeta fuera de lo común, un portugués desdoblado en múltiples versos de su propia alma; libre de ataduras pero temeroso ante algo tan incierto como Dios, es un hecho para todo aquel que haya probado un bocado de su poesía.

File:Fernando Pessoa Heteronímia.jpg
Pero hay una parte de él (como otros poetas de ancha estofa) que muchos lectores no llegan a dilucidar de vez en cuando (un servidor, por ejemplo) y es cuando, gracias a los estudiosos de turno, que se descubren ciertas facetas y/o misterios que dejan de serlo.         

Todo aquel lector que ''devore'' poesía pessoanina con afán sabrá que el mismo Don Fernando gustaba de demostrar su personalidad mediante la creación de heterónimos, que vienen a ser extensiones de sí mismo mas con su propio ser y hacer poeticos. Es decir, el poeta (cuerpo inicial) crea varios personajes independientes con un modo de escribir poesía diferente. Estilos y gustos muy variados. Personas diferentes, con su propia historia creada exclusivamente para ellos, con el objetivo de convertirlos en personajes reales, cuando en realidad 
no lo son.
File:Acaeiro.jpgEl poeta que hoy me ocupa, Pessoa, llegó a gestar la friolera de setenta y dos heterónimos, de los cuales, los más famosos fueron (son):
·Alberto Caeiro.                                      
·Álvaro de Campos.
·Ricardo Reis.
A la personalidad original se le llama 'ortónimo', la mente de maestra de todo tinglado -muy parecido a esto son, ya que estamos, los Seis Caminos de Pain/Tobi del manga y anime NARUTO...-.

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Vaya, con tanta verborrea me he alejado una poco del tema principal... pero siempre es más recomendable hacer un leve recordatorio de lo básico, además, habrá que ayudar a quien sepa poco o nada del tema.
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Toda esta jauría de egos en un solo saco pretendía llamar a la exaltación del sentimiento portugués por la patria. En una época (siglo XIX y mediados del XX) en que Portugal poseía un imperio mermado a la par que el Imperio Español pero más delicioso que el nuestro, se buscaba la identificación del artista para con la nación, el patriotismo.


En la página web de La Vanguardia hay un interesante artículo de CULTURA (historia y literatura en uno, ¿qué más se puede pedir en un día soleado como el de hoy?) en la que el periodista, Diego Giménez, explica y  relaciona muy bien esta necesidad de salvación patriótica y la llegada de un ''Mesías centenario'' (el perdido rey Sebastián que profetizará la llegada de una Edad de Oro para la lengua portuguesa:  Fernando Pessoa, sebastianismo y quinto imperio.

1 comentario:

  1. Pessoa ilustra perfectamente la defragmentación postmoderna del sujeto. El cogito cartesiano,racional y monolítico, explota en tríadas freudianas y pseudónimos "pessoaninos". Cada cual no es uno, sino muchos, máscaras y personajes que interpretamos según el momento. Quedará un poco apocalíptico, pero somos legión.
    Buen artículo, zagal.

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