Seguidores

lunes, 31 de octubre de 2011

Hermanos de letras: El epigrama y el haiku.

El epigrama, el hijo de esa madre llamada Brevedad (precioso nombre para una niña), expone en apenas unas pocas líneas o versos una idea (no importa que sea coherente o sin muellete), con el ambicioso uso de la lengua ladina. Resulta para muchos un soplido de aire fresco el caminito a Jerez que conlleva el epigrama, pues, por una parte, recibe ingenio por parte del escritor y, a la par, la tranquilidad testimonial de describir.

   El poeta se asemeja al príncipe de las nubes
   Que frecuenta la tempestad y se ríe del arquero;
   Exiliado sobre el suelo en medio de la grita,
   Sus alas de gigante le impiden marchar.

                           (fragmento de un poema del maldito Charles Baudelaire, El albatros)

Puede parecer una simplería para los noveles de pluma y teclado (o no), pero bien recibiría la condición de arte el hecho de resumir un concepto, como hicieron los antiguos (no tan viejos) poetas latinos Marcial o el gayo Catulo. Endureciendo aún más las barbas de Cronos, los orígenes del epigrama se remontan, como de ordinario, a la nítida Grecia arcaica, por los oscuros lares del 776 al 500 a.C.

Reminiscencias de esas épocas de cuando a Safo le creció el pelo o de Arquíloco mientras levantaba su lanceta, las hay, se mantienen vivas en todas las épocas y se muestran reflejados los epigramas en algunas culturas con su propia versión, incluso alejadas de la marmórea cuna griega. Un ejemplo de esas versiones es el epigrama japonés, a bien conocido como Haiku. Pero no nos engañemos, no pretendo tampoco igualar una composición con otra, pues los haikús tienen por excelencia una estructura determinada, poética para más señas. -Cabe añadir que el poema haiku proviene de otro tipo de poesía, igualmente japonesa, el Haikai (compuesto a partir de tres versos blancos de 5-7-5 sílabas)-

El haiku consiste, en resumidas cuentas (tampoco soy ducho en este tipo de composición) y una vista por encima, en una poesía compuesta a su vez parecida al haikai (del cual nace), y cuya temática engloba en su totalidad la naturaleza y los quehaceres mundanos. Consta de tres versos con sus diecisiete moras (según la sacra Wikipedia: ''Unidad lingüística que mide el peso silábico, es decir, los segmentos
fonológicos que componen una sílaba''.  Fantástico, nontendío na'.

Generalmente, muchos estudiosos confunden las moras con las sílabas. Craso error, pero perdonable y sin dolorosas consecuencias.
Un servidor, en su afán por imitar al gran Matsuo Basho, poeta nipón del siglo XVII, escribe:

      Corretean las hojas por el viento,
      el rocío salta de hoja en hoja:
      el calor como se muestra ahora.

Y maese Basho el siguiente:


Original: Furu ike ya / Kawazu tobikomu / mizu no oto.
Traducción: Un viejo estanque / Una rana se salta: / el sonido del agua.

Como pueden observar, la diferencia de un maestro en estas lides enfrente un joven puchero de fatalidad...
Obviamente, quien no se arriesga a aprender y probar cosas nuevas, no yerra.

2 comentarios:

  1. M'ha agradat molt aquesta entrada, possiblement la que més. Hi poses una creació teva i a més ens dones una lliçó de literatura. Moltes gràcies! La brevetat en aquests temps que corren és una virtut (lo bueno si es breve, dos veces bueno) especialment per a l'escriptor, que vol expressar-se i no sempre té tot el temps del món per a dedicar a la creació literaria.
    L'epigrama és molt present en tombes ja que abans hi havia el divertit costum d'adreçar-se al caminant des de la tomba. Possiblement un símptoma (l'altre dia ho parlávem amb el Francesc M.) de que ara la mort no es viu amb la quotidianitat de fa segles. El pas de les "mores" a les síl·labes no deu ser fàcil com en el seu dia tampoc ho va ser el pas del metre a la síl·laba. Un plaer haver-te llegit!

    ResponderEliminar
  2. El plaer és meu, m'ho he passat molt bé escrivint-la, aquesta entrada. Francament.
    Per cert, la cita de ''Lo bueno si breve dos veces bueno'' li pertany a Baltasar Gracián, no?
    Quanta raó tenía i té!

    Molt possiblement aquesta societat sigui e fruit contràri a la de fa segles, en els que la mort no era tractada com ara, un tabú. Potser és cert, que la mort com a paraula està vetada pels mitjans de comunicació, però no podem ignorar un fet tant qüotidià com és la fí comuna. A la fi només hi quedarà un (com a ''Los inmortales'').
    Crec que (i potser molts també ho pensin) s'ha de viure la mort, tant com es viu la vida.

    Però això és dir coses que ja s'han dit.

    ResponderEliminar

¡Gracias por expresar tu opinión! Recuerda dar consejos constructivos
a todo herman@ poeta.